martes, 14 de septiembre de 2010

Automatizaciones... perfecto, pero.. Y si nos pasamos?

Ante todo quiero dejar claro que soy un fascinado de la automatización y la robótica en líneas generales; no en vano soy ingeniero industrial y me apasiona cualquier mecanismo por pequeño que sea.
A pesar de ello creo que siempre es conveniente introducir a tecnología de una forma adecuada a las características del proceso. Me explicaré.
Hace ya unos cuantos años, la empresa para la que trabajaba, una multinacional Americana, adquirió una empresa Alemana de mucho renombre el ramo del Automóvil.
Por aquel entonces tuve que hacer varias visitas a los alemanes y me mostraron muy orgullosos sus proyectos.
En particular, el mas importante de todos, consistía en el desarrollo de una nueva línea de proceso para un sistema de cambio de marchas. Esta nueva línea de montaje, PASABA DE TENER 10 OPERARIOS A UNO SOLO!!!!! Me dejaron anonadado, con la boca abierta y babeando con las posibilidades que aquello tenia.
Al cabo de 5 meses volví a hacer una visita. La línea de montaje ya estaba en marcha y estaban sirviendo al cliente. Obviamente pedí que me dejasen ver la planta. Cuando entré, me sorprendió el trajín que había en aquella sala. Aquello parecía las Ramblas.
Cuando pregunté, me explicaron que la línea de montaje, como habían predicho, necesitaba un operario, pero detrás tenian 10 ingenieros manejando tamaño monstruo.
Con cada pieza, los alemanes perdían 20 marcos (aproximadamente 10 Euros) y servían cientos por día.
La empresa tuvo tantas pérdidas que loa Americanos la volvieron a vender a su antiguo dueño por 1 €.
No se como acabó esa línea de montaje a ciencia cierta, pero alguien me sopló que volvieron al método tradicional.
Esa experiencia me demostró que no es oro todo lo que reluce y que si bien la tecnología ayuda, puede ser un lastre cuando está mal enfocada.